12 / lunes - febrero de 2018

Semana 7. 43/322
Eulalia.

No resulta fácil ponerse de acuerdo a la hora de determinar cuáles son los errores más comunes en español, pero algunos de ellos aparecen en la mayor partes de las listas. Por ejemplo, utilizar las formas del infinitivo -empujar, subir, quitar- como imperativos: lo correcto es empujad, subid, quitad... Otra metedura de pata habitual es la errónea concordancia de número en frases como "la gente son impredecibles": gente, aunque se refiere a colectividad, es singular. También se suele escuchar "habían un millón de manifestantes" en lugar de "había un millón". Porque cuando haber se utiliza para expresar la presencia de cosas o personas, funciona como impersonal y, por lo tanto, se usa en tercera persona: "ha habido algunas quejas", "había muchos niños"... Últimamente se ve con frecuencia la confusión entre la expresión de dos palabras a ver y el ya citado haber. También es frecuente liarse con el verbo prever, el cual se conjuga como ver -se dice previó-, y no como proveer, de modo que es incorrecto preveer o preveímos. También plantean problemas los monosílabos, que únicamente van acentuados cuando hay que diferenciar un significado de otro. Por ejemplo, tu -adjetivo posesivo- no lleva tilde: "Aquí tienes tu abrigo"; mientras que tú -pronombre personal- sí: "Tú no sabes lo que dices". Lo ponen más fácil "solo", que hasta hace poco llevaba acento cuando era adverbio -o sea, podía sustituirse por solamente-, para distinguirlo del adjetivo; o "guión", que ha pasado a tener una sola sílaba y también lo ha perdido. Por último cuidado con las redundancia, como decir "aterido de frío" -no se puede uno aterir de otra manera- o "accidente fortuito", que por definición lo es.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo