29/ miércoles - marzo de 2017

Semana 13. 88/277
Jonás.

La costumbre de comer palomitas de maíz en el cine proviene de los Estados Unidos. Entre 1929 y 1933 —la época de la gran depresión— más de trece millones de norteamericanos se encontraban en el paro. Y el principal medio de evasión era el cine, un espectáculo asequible para todos los bolsillos. Así que la población acudía en masa a las salas de proyección. Y mientras visionaban la película comían algo, como hacían en sus hogares. Pero sus limitados recursos solamente les permitían comer algo muy barato. Y si algún alimento abunda en el país eran los granos de maíz. ¿Qué podía ser entonces mejor que las palomitas de maíz? El público se las traía de casa, pero las propias salas empezaron muy pronto a ofrecerlas. Muy pronto las salas de proyección obtuvieron beneficios de hasta el 2.500% por la venta de palomitas. Si a esto añadimos que el punto de sal añadida provoca sed que podemos paliar comprando refrescos, el negocio es redondo.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo