1 / viernes - junio de 2012

Semana 22. 153/213
Justino.

Quasimodo existió, o al menos eso parece según la autobiografía del escultor Henry Sibson, dada a conocer por la galería Tate de Londres. En la década de 1820, poco antes de que se publicara Nuestra Señora de París, la obra de Victor Hugo en la que aparece el célebre jorobado. En su manuscrito señala que en los estudios del Gobierno francés donde se hacían las grandes figuras conoció a monsieur Trajan, que estaba a las órdenes de un escritor jorobado.

Según el archivero de Tate, Adrian Glew, es probable que el novelista, que estaba muy interesado en los trabajos de restauración de Notre Dame, supiera de él.

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