15 / sábado - noviembre de 2008

Semana 46. 320/46
Alberto.

La forma más sencilla de distinguir un huevo crudo de uno duro es hacerlo girar sobre un plano y después pararlo, tocándolo con un dedo sobre el eje de rotación.

Al apartar el dedo, pueden ocurrir dos cosas: que permanezca quieto o que empiece a girar de nuevo. En el primer caso estaremos ante un huevo duro y en el segundo, ante uno crudo.

Esta diferencia se explica porque el contenido del crudo, que es líquido, continúa rotando por inercia, aunque paremos la cáscara. En cuanto al duro, dado que la capa exterior y el contenido están adheridos, una vez parado no puede volver a girar por sí solo.

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