3 / jueves - abril de 2008

Semana 14. 94/272
Ricardo.

Se cree que no sólo el pelo, sino también las uñas continúan creciendo tras la muerte, debido a que así lo parece cuando se exhuma a un cadáver. En realidad lo que ocurre es que la piel, al perder agua, se contrae y hace que parezca que el pelo y las uñas han crecido.

No obstante, hay que decir que las células capilares y las de las uñas llegan a sobrevivir unas pocas horas o días tras el fallecimiento, pero no lo suficiente para que se aprecie un crecimiento. Cuando el corazón se para, el aporte de oxígeno y de alimento a las células se interrumpen. Las hay muy sensibles al corte de suministro, caso de las neuronas, que fenecen asfixiadas a los pocos minutos. Otras, como las renales, tienen algo más de aguante y sobreviven unos 20 minutos, y las que nos ocupan, las de las uñas y el pelo, que son las más resistentes.