31/ viernes - marzo de 2017

Semana 13. 90/275
Amadeo, Benjamín.

Aunque actualmente hay multitud de olores e infinidad de formas, en principo los ambientadores de coche eran siluetas de pino y con aroma a pino y silueta de pino. El inventor de este tipo de ambientador fue Julius Sämann, un químico de origen alemán que tuvo que huir de la Alemania nazi debido a su ascendencia judía.

Con residencia en Watertown, NY, visitaba frecuentemente los bosques canadienses para estudiar las fragancias que desprendían los árboles y la manera de poder obtener esos aceites aromáticos. Un día de 1952, un lechero de la localidad le comentó el desagradable olor que desprendía su camioneta, debido a la leche derramada y, posteriormente, fermentada. Y lo molesto que resultaba para él estar toda la jornada conduciendo acompañado por aquel olor. Sämann ideó un ambientador que camuflaba los malos olores al mismo tiempo que desprendía un agradable aroma que recordaba los pinos canadienses. Consistía en un pedazo de cartón fino impregnado en un aceite de esencia de pino y recubierto de celofán, del que sobresalía un cordón para poder ser colgado. Inicialmente lo diseñó con la forma de una exuberante pin-up, ya que su destino iba a ser el retrovisor del vehículo y pensó que era un diseño agradable para la vista. El producto triunfó entre los transportistas. Pero resultaba que el producto se consumía con cierta rapidez porque el celofán se caía con cierta facilidad, así que se decidió a cambiar el diseño por otro que alargase la vida útil del producto al impedir que el celofán que lo recubría se desprendiera.

Y se decidió por la forma de pino, que era adecuada para que los usuarios fueran desprendiendo el celofán poco a poco y el ambientador pudiese durar hasta un máximo de siete semanas. En 1954 presentó la patente, creó la empresa Car-Freshner y en muy poco tiempo se popularizó entre todo tipo de automóviles y conductores.
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