28 / viernes - enero de 2011

Semana 4. 28/337
Tomás de Aquino.
Fiesta en la ciudad de Cuenca.

En 1870 el gobierno que siguió al exilio a Isabel II acuñó una de las monedas más populares de la historia de España: diez céntimos de cobre que tenían en el reverso la figura de un león rampante, alegoría del entonces decadente Imperio. Tan chocante fue la postura del animal que la gente empezó a decir que más que un león parecía una perra. El comentario cuajó y la moneda acabó llamándose popularmente perra gorda. Se acuñó otra de cinco céntimos, la perra chica. Gracias a la popularidad de ambas piezas, perra acabó siendo sinónimo de dinero: tener o costar muchas perras. Dio pie a la expresión "para ti la perra gorda" ideal `para zanjar cualquier discusión. Las monedas, chica y gorda, continuaron llamándose así hasta que desaparecieron en 1941, aunque entonces ya no lucían ni leones ni perros.

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